el efecto del diagnóstico en la familia versus emoción expresada. 13 de octubre

Este Miércoles 13 de Octubre, y después de casi 5 siglos y medio «sin nada que celebrar», estaremos una semana más en el aire. En esta ocasión con el tema, «el efecto del diagnóstico en la familia versus emoción expresada». Un título que aborda la complejidad de lo que sucede entre la familia y la persona diagnosticada, cuando el psiquiatra les descubre la amenaza de una supuesta enfermedad mental.
¿Qué sucede en la familia?, ¿qué le sucede a la persona diagnosticada cuando a esos síntomas se les da un nombre?. ¿Qué emociones aparecen, tanto en los familiares, como en la persona diagnosticada?.
Incertidumbre, aceptación, rechazo, ignorancia, incomprensión, indiferencia… David Cooper aseguraba que la familia reproduce los mecanismos de castración del sistema y puede llegar a crear graves conflictos en los niños y niñas, que pueden manifestarse en crisis y profundos conflictos existenciales. El entorno familiar puede condicionar el desarrollo emocional de los niños y las niñas, su personalidad y su estabilidad.
La reacción de la familia, puede ser de apoyo, pero también de rechazo y no aceptación de que un miembro de la familia le hayan diagnosticado un trastorno mental grave. Puede aparecer un sentimiento de culpabilidad como de haber fallado en el cuidado y educación, pero también situar el supuesto fracaso en la persona diagnosticada, reduciéndola a una persona incapaz e inútil. Entre una situación y otra, hay todo un espectro de posibilidades.
En la persona diagnosticada también pueden aparecer emociones y sentimientos cuando se le da nombre a todo eso que le pasa. A veces, no se acepta la posibilidad de tener trastorno alguno. Otras, puede producir alivio porque al fin, al saber qué le pasa, se abre la posibilidad a un tratamiento que le «cure». Hay personas que la etiqueta de un trastorno, las hunde en una profunda depresión, y la fuerte medicación la deja fulminada.
Cuando a ese estar «raro», se le pone nombre, el desconocimiento puede provocar que todo lo que hace la persona diagnosticada, sea considerado como producto de su trastorno, y la persona diagnosticada puede sentir que, desde que le han diagnosticado, la actitud de la familia es diferente en cuanto a su relación con ella.
Cada cual, tiene su experiencia personal o conoce la de otras personas, y es de eso de lo que vamos a intentar hablar. De todo eso que nos recorre por dentro, o que suponemos que recorre a quienes están en nuestro entorno familiar más cercano.

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